De esta manera, el pontífice de 88 años llegó en silla de ruedas al centro de la plaza. Recibió oxígeno mediante cánulas nasales. En la plaza se celebraba la misa del Jubileo de los Enfermos, ceremonia relevante por la situación personal del Papa y la agenda del Año Santo.
“Buen domingo a todos. Muchas gracias”, expresó brevemente el Papa, mostrando un estado de debilidad en las imágenes difundidas por el Vaticano.
El pontífice también citó a Benedicto XVI y cuestionó la exclusión de los enfermos por parte de la sociedad: «Una sociedad que no acepta a quienes sufren es cruel e inhumana», afirmó.
La Santa Sede también divulgó el texto del Ángelus dominical, que no se leyó. En este texto, Francisco solicitó mejoras en las condiciones laborales de los profesionales de la salud y pidió más inversión en sanidad pública para asegurar el acceso a los más vulnerables.
Francisco no pronunció un mensaje completo, pero saludó a los fieles, quienes respondieron con aplausos, emoción y gritos de «¡Viva el Papa!». El Vaticano comunicó que, previamente a su aparición, el Santo Padre se confesó, oró y cruzó la Puerta Santa en la basílica de San Pedro.
Durante la misa, presidida por el arzobispo Rino Fisichella, se leyó un mensaje escrito por el Papa. En él, se refirió a su enfermedad: “Comparto mucho con ustedes: la experiencia de la enfermedad, de sentirnos débiles, de depender de los demás”.