Los investigadores del crimen de Aquiles Castañarez Mateos, hallado muerto por asfixia en su vivienda parcialmente incendiada en la ciudad , tejían la hipótesis de que el atacante no era un desconocido. No se detectaron ingresos forzados en la propiedad, que había sido prendida fuego, aunque el agresor había intentado luego sofocar las llamas. Finalmente, las sospechas se confirmaron.
El principal acusado es un joven de 29 años, quien fue identificado a través de una imagen de una cámara de seguridad que reconoció la pareja de la víctima. Durante un allanamiento en la casa del detenido, agentes de la DDI encontraron bidones con combustible y la misma ropa con la que se lo vio en los videos de seguridad.
El móvil del crimen habría sido una deuda de 100 mil pesos que el sospechoso mantenía con la víctima.
El hecho salió a la luz tras un llamado que ingresó al cuartel de bomberos en la mañana del lunes, alertando sobre una explosión en una vivienda ubicada en Emilio Frers 320. Al llegar, los efectivos notaron que el fuego había sido parcialmente sofocado y que dentro de la casa se encontraba el cuerpo sin vida de Aquiles Castañarez Mateos.
La fiscal María Del Valle Viviani, con supervisión de la fiscal general de San Nicolás, Sandra Bicetti, investiga el caso como un homicidio en ocasión de robo y tiene previsto indagar al detenido en las próximas horas.
La pareja de la víctima fue clave en la resolución del caso. En un primer momento, el joven fue considerado sospechoso debido a contradicciones en su testimonio, lo que llevó a un allanamiento en su domicilio. Sin embargo, luego logró aportar información relevante que permitió identificar al verdadero responsable. Gracias a una cámara de seguridad y testimonios, se determinó que el detenido abandonó el vehículo de la víctima tras el crimen.
Con estos elementos, se ordenaron cuatro allanamientos. En la casa del sospechoso se hallaron un pantalón, un par de zapatillas y dos bidones de 20 litros de gasoil, aunque este no estaba en el lugar. Finalmente, fue encontrado escondido en otra propiedad y detenido.
El informe preliminar de la autopsia reveló que Aquiles murió asfixiado, probablemente por inhalación de humo, y presentaba hematomas en sus miembros inferiores y manos, signos de defensa. Aún se desconoce con exactitud qué fue robado de la vivienda, ya que el lugar estaba completamente revuelto.
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