Mientras el intendente anuncia reuniones futuras, los empresarios y vecinos de Areco y Giles ya acordaron directamente con Vialidad Provincial el avance del proyecto.
Lejos de ser un invento, como dejó entrever el intendente Francisco Ratto en recientes declaraciones, la gestión por el avance de la autovía de la Ruta Provincial N°41 sigue adelante y sin su participación directa.
Empresarios locales, vecinos frentistas y referentes de la oposición se reunieron días atrás con las máximas autoridades de Vialidad Provincial para discutir aspectos técnicos clave del proyecto. Entre los temas abordados, se detallaron los accesos, el diseño de las nuevas rotondas, la construcción de colectoras, la continuidad de la obra y los ajustes económicos que garantizan su finalización.
En la reunión participaron representantes de importantes empresas de Areco como Armaferro, Calera San Antonio y Don Goyo, así como vecinos que ven directamente afectadas sus actividades por la traza de la futura autovía acompañados por referentes opositores a Ratto que, dicho sea de paso, no estaba enterado de este encuentro. También asistieron vecinos de San Andrés de Giles, atentos a las repercusiones que tendrá la obra en su propio distrito.
Se discutieron aspectos fundamentales como la creación de una doble rotonda en avenida Durán, otra ampliación en la intersección con Ruta 8, y la instalación de colectoras que facilitarán el acceso a los emprendimientos locales y al casco urbano. Además, se trató el acceso a servicios esenciales como las estaciones de servicio, permitiendo ingresos controlados desde la nueva autovía, algo que impactará directamente en la movilidad diaria.
Respecto al ritmo de obra, los presentes recibieron información concreta: si bien las tareas no avanzaban a gran velocidad, nunca se detuvieron por completo. Según lo informado por Vialidad Provincial, se renegoció el contrato de obra a valores actualizados, asegurando así la continuidad del proyecto.
Este escenario deja en evidencia que, mientras el municipio aún programa reuniones pendientes con Vialidad, los vecinos y empresarios de Areco ya han logrado avances concretos. La gestión local, una vez más, parece llegar tarde y muestra una preocupante falta de sintonía con los procesos que impactan directamente en la vida de la comunidad.
La distancia política entre el gobierno local y las autoridades provinciales se convierte, en este caso, en un obstáculo que otros actores —empresarios, vecinos y oposición— no dudaron en superar por su cuenta.
Sin coordinación ni presencia activa del municipio, los espacios vacíos fueron ocupados con rapidez, dejando a la administración de Ratto en una posición débil y a la defensiva.
La pasividad del gobierno local no solo debilita su capacidad de interlocución, sino que además pone en riesgo la oportunidad de incidir en proyectos que definirán la movilidad, la conectividad y el desarrollo económico de San Antonio de Areco en las próximas décadas.
Mientras tanto, los hechos son claros: el proyecto avanza, pero Areco sigue dividido entre quienes gestionan por convicción y quienes todavía esperan ser llamados a la mesa de negociaciones.
Fuente Bosco Producciones