TECNOLOGIA
El fundador de OpenAI hizo un estudio de ingreso básico universal: los resultados
Sam Altman, CEO de la empresa tecnológica del momento, está hace años dándole sin ningún tipo de restricción US$ 1.000 a personas en situación de vulnerabilidad para intentar entender el impacto de una renta básica universal.
El proyecto de San Altman sobre un ingreso universal .
Sam Altman es una de las personas del momento. Después de fundar OpenAI y lanzar GPT, el modelo de inteligencia artificial generativa más importante del mundo, se convirtió en una especie de estrella de rock tecnológica. Y ahora el CEO de OpenAI volvió a los titulares porque reveló los resultados de un estudio relacionado a la renta básica universal. De hecho, fue uno de los estudios del estilo más grandes que se realizaron en Estados Unidos.
Altman llevó adelante la investigación a través de OpenResearch, su organización sin fines de lucro. Para lograrlo recaudó US$ 60 millones, incluidos 14 millones que puso de su bolsillo. Durante tres años les dieron a 1.000 personas en situación de vulnerabilidad US$ 1.000 sin ningún tipo de restricción, mientras que a 2.000, como grupo de control para poder comparar, le dieron solo US$ 50.
“Los datos que recopilamos ponen en relieve la complejidad de la vida y las necesidades de las personas”, explicaron desde OpenResearch.
Quienes recibieron los US$ 1.000 destinaron la mayor parte de sus gastos a necesidades básicas como el alquiler, el transporte o comida, pero no es lo único. También tuvieron la posibilidad de trabajar menos, aunque no se presentó como algo negativo, porque el tiempo extra fue utilizado, por ejemplo, para pasar más tiempo en familia o amigos.
Durante tres años les dieron a 1.000 personas en situación de vulnerabilidad US$ 1.000 sin ningún tipo de restricción.
Además, usaron ese tiempo extra para buscar trabajos que los hicieran más felices o que funcionaran mejor con sus vidas. En una entrevista uno de los participantes de la investigación dijo que, por primera vez, podía exigir y no tener la obligación de aceptar un trabajo de mala calidad solo por necesidad. “Tengo la oportunidad de esperar y tratar de encontrar el trabajo adecuado”, aseguró.
Esto se relaciona mucho con la declaración de otro participante, quien explicó que pudo tomar un trabajo que no pagaba demasiado, pero en un área en la que él quería desarrollarse y, en el lapso del tiempo que duró el estudio, ya había conseguido ascensos con un salario de seis cifras anuales.
Los investigadores lo apoyan con sus declaraciones. “El dinero en efectivo puede aumentar la capacidad de las personas para tomar decisiones laborales que se ajusten a sus circunstancias, objetivos y valores individuales”, comentan desde OpenResearch.
También usaron el dinero como apoyo financiero: en promedio gastaron US$ 22 más al mes en cosas como regalos a amigos y familiares, préstamos, donaciones y pagos de pensión alimenticia.
Y tuvieron un 26% más de probabilidades de tratar su salud y un 10% más de probabilidades de recibir tratamiento dental. También se reveló una disminución en el consumo problemático de alcohol y algunos tipos de drogas.
No todo es color de rosas
Pero si bien hay muchas cosas a destacar relacionadas a los resultados de esta investigación, también está claro que hay temas que no son resueltos por el dinero.
No se observaron, por ejemplo, cambios significativos en la salud física de las personas que recibieron el dinero. Y si bien hubo mejoras en la salud mental de los participantes, esa mejora solo se dio durante el primer año y desapareció en los que le siguieron.
Trabajos e inteligencia artificial
Altman tiene al ingreso básico universal dando vueltas en la cabeza hace años. En una publicación de 2016, el CEO de OpenAI escribió: “Creo que es bueno empezar a estudiar esto pronto. Estoy bastante seguro de que, en algún momento en el futuro, a medida que la tecnología siga eliminando empleos tradicionales y se cree una enorme riqueza nueva, veremos alguna versión de esto a escala nacional”.
Además, agregó que “es imposible tener una verdadera igualdad de oportunidades sin alguna forma de ingreso garantizado”.
Con la llegada de la inteligencia artificial generativa, este miedo de la pérdida de puestos de trabajo se expandió todavía más, con expertos que aseguran que hay trabajos que se perderán y que desde los diferentes gobiernos deben empezar a desarrollar estrategias para poder atajar a las personas que se vean afectadas por estos avances.
No es extraño que Altman, siendo la cabeza de OpenAI, una de las empresas que justamente está empujando el desarrollo de estas tecnologías, sea quién también esté buscando la posible solución.
En el mismo post publicado en 2016, Altman aseguraba: “Creo que, combinando la innovación para reducir el costo de tener una buena vida, al hacer algo como esto podríamos eventualmente lograr un progreso real hacia la eliminación de la pobreza”.