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18 policías fueron procesados por vejaciones, torturas y malos tratos a detenidos en Pergamino

18 policías fueron procesados por vejaciones, torturas y malos tratos a detenidos en Pergamino

Un caso que ha sacudido a la comunidad local ha llevado a la imputación de 18 integrantes de la fuerza policial por delitos de gravedad institucional, tras los incidentes ocurridos hace un año en la Comisaría Tercera de nuestra ciudad.

 

La investigación, encabezada por el fiscal Francisco Furnari y con la colaboración del Dr. Germán Guidi, miembro del Poder Judicial, se ha centrado en denuncias de vejaciones, torturas y malos tratos a personas detenidas. El 29 de agosto de 2023 se desató un conflicto entre los internos en la Comisaría Tercera, lo que motivó la intervención del personal policial. Según las denuncias, la situación, que en un principio parecía bajo control, se desbordó rápidamente, denunciándose el uso excesivo de la fuerza por parte de los efectivos.

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Las denuncias fueron presentadas por familiares de los internos y organismos de derechos humanos, como la Comisión Provincial de la Memoria. “La mayoría de los internos presentaron lesiones compatibles con los testimonios que indican abuso policial”. No obstante, aunque varios testimonios coincidieron en señalar el uso de un dispositivo similar a una picana eléctrica por parte de los policías, la acusación de tortura no pudo ser respaldada por pruebas forenses que confirmaran el uso de dicho aparato.

 

A pesar de las coincidencias en los relatos, las pericias no lograron confirmar el uso de corriente eléctrica. “No se pudo acreditar que las lesiones fueran causadas por la aplicación de electricidad, lo cual es esencial para tipificar el delito de tortura”, afirmó el fiscal. Por lo tanto, la justicia ha imputado a los policías por otros delitos graves, como privación ilegítima de la libertad, incumplimiento de deberes de funcionario público y encubrimiento agravado.

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Uno de los policías implicados permanece en prisión preventiva, mientras que los otros 17 continúan activos en la fuerza, aunque sujetos a una investigación administrativa que podría afectar su futuro profesional. Este caso ha generado un intenso debate sobre el uso de la fuerza y la conducta de las fuerzas de seguridad en situaciones de tensión.

 

Aunque las imputaciones no alcanzaron la figura de tortura, las acusaciones de violencia institucional continúan preocupando a la comunidad. La investigación sigue en curso, y se espera que en los próximos meses se tomen nuevas declaraciones y se definan las sanciones correspondientes para los policías implicados.